Detrás de cada lametazo…

Nos conocimos leyendo. Entre mensajes, historias y personajes ficticios que nos dejaban sin aliento.

El resto fue casi inevitable: pasamos de comentar historias a escribir las nuestras, de compartir finales ajenos a inventar los nuestros propios.

Nos atrae la palabra cuando roza lo prohibido, cuando una línea te obliga a respirar más despacio. Nos gusta ese punto exacto donde la tensión se vuelve placer y la literatura se siente en el cuerpo.

Lick the Page nació entre risas, páginas y mucho, mucho…. smut.

Relatos que empiezan en la cabeza y terminan donde tú quieras.

Si sonríes, te remueves o cierras el libro con las piernas cruzadas, entonces sabemos que vamos bien.